¿Quieres ser papá?
Ser padre, al menos en los primeros años, implica cuidar a la diada madre-bebé.
Para el/la bebé al inicio de su vida, su madre es su mundo: su cuerpo, su olor, su respiración, los ruidos de sus tripas, su leche es lo que conoce y lo que le sostiene. Incluso, más allá, podríamos considerar que el/la bebé se vive a sí misme como si fuera una unidad con su madre. Es decir, no sólo es que ella sea su mundo, es que elles son sólo une. El/La bebé necesita de esta cercanía para construir una identidad en relación y que, más adelante, le permita explorar su entorno y establecer otros lazos.
Ser (m/p)adre no es un derecho. Puede ser un deseo. Incluso tu mayor deseo.
Hoy hay posibilidades de (m/p)aternidad que no necesariamente pasan por tus gametos (óvulo o espermatozoides) ni un embarazo tuyo o de tu pareja. Sin embargo, cada una de estas posibilidades abre sus propios cuestionamientos éticos.
“¿Quiero ser mamá?” puede ser una pregunta insuficiente porque descontextualiza: nadie es madre en el vacío
“¿Quiero ser mamá?” puede ser una pregunta insuficiente porque descontextualiza: nadie es madre en el vacío. Te propongo otras preguntas…
¿Mis emociones difíciles le hacen daño a mi bebé?
Una de las inquietudes más frecuentes en las consultas de psicología perinatal* es si las emociones difíciles que la mamá puede estar viviendo en su embarazo (tristeza, enojo, miedo, ansiedad, culpa, arrepentimiento, etc) le hacen daño a su bebé.
Ante esta situación, te comparto algunas ideas.
Sobre la frase “embarazarnos”
Me hace mucho ruido la expresión "embarazarnos" en plural incluyendo a un hombre. Entiendo que es una frase que se usa buscando resaltar un papel comprometido con la decisión, la responsabilidad y los cuidados que eso implica. Y eso me parece fundamental. Pero me genera ruido porque la realidad es que los hombres (usando la palabra hombre en referencia a biología y no a identidad) no se embarazan. Entonces hay cuestiones que esta frase invisibiliza.